La prohibición del cromo 6 ha sido objeto de acalorados debates durante varios años, sobre todo entre las empresas del sector del tratamiento de superficies. Esto se debe a que el óxido de cromo VI (trióxido de cromo) se añadió a la lista de sustancias que requieren autorización en 2013. El motivo son sus propiedades cancerígenas y mutagénicas.
Pero, ¿en qué consiste exactamente la prohibición del cromo 6? ¿Y cuándo deben tener especial cuidado las empresas? El siguiente artículo ofrece datos importantes y opciones de uso para que pueda hacerse una idea general.
¿Qué es el cromo VI (trióxido de cromo)?
El cromo VI es una forma especial de cromo, también conocido como cromo hexavalente. Su nombre se debe al átomo de cromo hexavalente, cuya fórmula química es Cr(VI).
El cromo 6 es conocido principalmente por sus propiedades tóxicas, por lo que puede tener un efecto cancerígeno y mutagénico. Incluso la inhalación y el contacto con la piel pueden suponer riesgos para la salud y provocar dolencias. Entre ellas se incluyen problemas respiratorios e irritación cutánea e incluso dolencias a largo plazo como el cáncer.
Por este motivo, se prohibió el cromo 6 y se introdujeron normativas para proteger tanto a los trabajadores como a los consumidores.
Prohibición del cromo 6 en 2024: ¡no hay prohibición total!
Desde que se habla de una prohibición del cromo 6, en numerosas empresas de diversos sectores han prevalecido los malentendidos, la confusión y los informes falsos. El hecho es: ¡no existe una prohibición total del cromo 6!
En cambio, el uso de cromo VI está sujeto a autorización. Por tanto, las empresas deben solicitar una autorización para seguir utilizando cromo VI en el ámbito de los tratamientos de superficie, por ejemplo.
Antecedentes: posibles riesgos para la salud de usuarios y consumidores
El cromo VI es conocido por sus propiedades tóxicas. Esto significa que esta forma específica de cromo -también conocido como cromo hexavalente- puede tener un efecto potencialmente cancerígeno y mutágeno. Por tanto, representa un riesgo importante para la salud de las personas que entran en contacto con él durante la fabricación y el uso de productos, por ejemplo.
Debido al aumento del peligro conocido, la Unión Europea decidió promulgar una normativa estricta. El uso del cromo está regulado y limitado con precisión.
De este modo se garantiza que todos los procesos, lugares de trabajo y productos de una empresa cumplen unas normas precisas. El objetivo es, por tanto, proteger a empleados y consumidores.
¿Qué empresas y sectores se ven afectados?
Numerosas empresas de diversas industrias y sectores podrían verse afectadas por una posible prohibición del cromo 6 y la normativa correspondiente. Esto se aplica en particular a las que operan en industrias en las que son habituales diversos usos del cromo VI. Entre ellas figuran sobre todo
- Galvanoplastia
- Revestimiento y tratamiento de metales
- Producción de cuero
- Producción de colores y pigmentos
- Industria del automóvil
- Industria aeronáutica
Desde que el cromo VI se añadió a la lista de sustancias sujetas a autorización en virtud del Reglamento REACH, las empresas han tenido que solicitar una autorización. Para ello deben aportar pruebas detalladas de que el uso del cromo VI es seguro. Además, en determinados procesos de producción no es posible utilizar sustancias alternativas.
A continuación, el organismo de la Unión Europea examina la solicitud de autorización. Si se aprueba la solicitud, es posible obtener una autorización temporal. Sin embargo, esta solicitud no es económicamente viable para todas las empresas, ya que los costes suelen oscilar entre 100.000 y 250.000 euros.
Las mediciones de la exposición también son necesarias para evitar la prohibición del cromo 6
Si las empresas quieren evitar que se prohíba el proceso de galvanizado amarillo, por ejemplo, también se requieren mediciones de la exposición. Estas son obligatorias para obtener la autorización para el cromo VI.
Durante dichas mediciones, se miden determinadas zonas que no deben superar el valor límite de cromo 6. Entre ellas se incluyen zonas como las emisiones, las aguas residuales y el propio lugar de trabajo, donde hay un uso directo de óxido de cromo VI.
Por cierto, la fecha límite para las mediciones de exposición al cromo VI era el 18 de junio de 2021 y los resultados de las mediciones debían presentarse a la ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos) antes del 18 de diciembre de 2021. También se exigen mediciones anuales repetidas para conservar la autorización y evitar la prohibición del cromo VI.
El Reglamento REACH constituye la base de la prohibición del cromo 6
La base para una posible prohibición del cromo 6 es el llamado reglamento REACH. Se trata del"Registration, Evaluation, Authorisationand Restriction of CHemicals" (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Sustancias Químicas) de la Unión Europea.
El objetivo de REACH es proteger la salud y el medio ambiente de los riesgos derivados del uso de sustancias químicas. Especifica exactamente cuándo pueden utilizarse qué sustancias químicas en determinadas condiciones.
La inclusión en la lista de sustancias sujetas a autorización y la posible prohibición asociada del cromo 6 ya se produjo en 2013 debido a que se descubrió que el cromo VI tenía propiedades mutagénicas y cancerígenas.
Es posible obtener autorizaciones de la ECHA
Si las empresas quieren evitar por completo la prohibición del cromo 6 , pueden solicitar una autorización a la ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos). En esta solicitud, el solicitante especifica exactamente para qué aplicaciones se utiliza el cromo VI.
A continuación se realiza una revisión económica, ecológica y técnica. Aquí también deben incluirse las mediciones de la exposición antes mencionadas. Además, se establece un periodo específico para la autorización durante el cual la sustancia puede seguir utilizándose.
Durante este periodo, la empresa afectada no está sujeta a la prohibición del cromo 6 y puede seguir utilizándolo en las condiciones especificadas.